Otto no alcanzaba la treintena cuando todavía soñaba con naves y viajes al espacio. ¿Qué tenía de malo? Colón soñaba con llegar a las Indias trazando un camino casi recto y la Tierra, decían, era entonces plana... ¿No se trataba por lo tanto de una utopía?
Otto el submarinista. Un anfibio urbanita, soñador e idealista. Tenía la corazonada de que su vida iría a mejor, aún sin poder pisar su sueño: Marte. ¿Y qué importaba? Ahí fuera habían lugares que visitar, personas que conocer y un mar que explorar. Así es su epopeya previa al despegue hacia el planeta rojo.
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