lunes, 27 de abril de 2009

Esto es jauja, digo Marte

Los medios de comunicación, el cine, la literatura, la publicidad... todo cuanto nos rodea. Todos nos venden una vida que nunca tendremos. Y todos nos creemos capaces de cumplir nuestros sueños, cada cual más complicado y enrevesado, pero qué más da. Pronto nuestra frustración es mayúscula cuando descubrimos que las cosas no son tan sencillas como querer algo e intentarlo. El azar juega siempre un papel importante. Y no es por ser derrotista, sino realista.

Mi nombre es Otto y sé que un día llegaré a Marte. Mi madre dice que hace mucho que llegué a allí y que aún no he regresado. Supongo que esto lo dice porque una madre siempre espera ciertas cosas de su hijo cuando cruza el umbral de cierta edad.

Estas líneas son un compendio de vivencias, pensamientos, recurrencias, recortes, opiniones, aventuras personales, etc de un soñador empedernido, algo crítico y solitario.

domingo, 12 de abril de 2009

Prefacio (Otto: Misión a Marte)

Otto no alcanzaba la treintena cuando todavía soñaba con naves y viajes al espacio. ¿Qué tenía de malo? Colón soñaba con llegar a las Indias trazando un camino casi recto y la Tierra, decían, era entonces plana... ¿No se trataba por lo tanto de una utopía?

Otto el submarinista. Un anfibio urbanita, soñador e idealista. Tenía la corazonada de que su vida iría a mejor, aún sin poder pisar su sueño: Marte. ¿Y qué importaba? Ahí fuera habían lugares que visitar, personas que conocer y un mar que explorar. Así es su epopeya previa al despegue hacia el planeta rojo.